La salud menstrual es una cuestión de derechos humanos, no sólo de salud.
Toda persona tiene derecho a la autonomía corporal. La capacidad de cuidar el propio cuerpo durante la menstruación es una parte esencial de esta libertad fundamental. Sin embargo, cientos de millones de personas carecen de acceso a productos menstruales y a instalaciones adecuadas para la salud menstrual.
Teniendo esto en cuenta, el tema del Día de la Higiene Menstrual de este año es: “Juntas por un mundo #PeriodFriendly”.
La mala salud e higiene menstruales socavan los derechos fundamentales de las mujeres, las niñas y las personas que menstrúan, empeorando las desigualdades sociales y económicas. Los recursos insuficientes para gestionar la menstruación, así como los patrones de exclusión y vergüenza, socavan la dignidad humana. La desigualdad de género, la pobreza extrema, las crisis humanitarias y las tradiciones nocivas pueden amplificar las privaciones y el estigma.
Existe un amplio acuerdo sobre lo que las personas necesitan para una buena salud menstrual. Los elementos esenciales: suministros seguros, aceptables y confiables para controlar la menstruación; privacidad para cambiar materiales; instalaciones para lavarse de forma segura y privada; e información para tomar decisiones informadas. Los enfoques integrales que combinan educación con infraestructura y con productos y esfuerzos para abordar el estigma son los más exitosos para lograr una buena salud menstrual.
Las políticas mundiales y nacionales de salud y desarrollo deben priorizar la salud menstrual, y la inversión debe reflejar el importante papel que desempeña en los derechos humanos, la salud pública, la igualdad de género y el desarrollo sostenible. Las escuelas, los lugares de trabajo y las instituciones públicas deben garantizar que las personas puedan afrontar la menstruación con comodidad y dignidad. Las políticas específicas deberían buscar eliminar la pobreza menstrual , en la que las mujeres y niñas de bajos ingresos luchan por comprar productos menstruales y tienen acceso limitado a servicios de agua y saneamiento.
Entre las iniciativas para apoyar la salud e higiene menstruales, el UNFPA llega a las personas que menstrúan a través de iniciativas educativas , instalaciones sanitarias seguras (incluso en campos de desplazados) y kits de dignidad que contienen elementos esenciales como jabón, suministros y ropa interior. Puedes aprender más sobre la menstruación y los derechos humanos aquí .